Es probable que hayas escuchado hablar sobre las criptomonedas en más de una ocasión. Después de todo, el uso de criptomonedas como el bitcoin o el tether se están extendiendo rápidamente.
Por ejemplo, hoy en día es posible encontrar muchos servicios en Bitcoins. Pero no solamente servicios, sino que cada vez hay una mayor cantidad de empresas que venden productos es criptomonedas.
Si te interesa el tema de las criptomonedas pero aun no tienes del todo claro como es que funcionan, no te preocupes, ya que, en el día de hoy, te hablaremos justamente sobre eso. De esta manera, conocerás lo básico para iniciarte en el mundo de las criptomonedas.
¿Qué son las criptomonedas?
Las criptomonedas son como cualquier otra moneda. Puedes comprar bienes y servicios con ellas o comerciar con ellas. En lo que se diferencian de las monedas de papel tradicionales que tenemos en nuestras carteras es en que no hay monedas o billetes físicos: el dinero es completamente virtual.
Las unidades de criptodivisas pueden comprarse a intermediarios o generarse mediante un proceso en línea llamado “minería” y utilizarse para realizar pagos o almacenar dinero de forma anónima.
Aunque popularmente se las representa como monedas similares a las fichas de los casinos, la moneda física carece de valor sin el código impreso en su interior.
A principios de 2021 había más de 4.000 criptodivisas en circulación. Cada vez se lanzan más y más.
Bitcoin, de la que quizás hayas oído hablar, fue la criptodivisa original, y sigue siendo la más reconocida por la gente. Dado su éxito en el reconocimiento mundial, Bitcoin se ha convertido en una vara de medir para todas las demás altcoins, o “monedas alternativas”, que vinieron después.
Sin embargo, en marzo de 2021, Bitcoin se ha convertido en la segunda criptomoneda más negociada, habiendo sido desbancada por Tether. Ambas monedas son las únicas que han superado los 100.000 millones de dólares (85.000 millones de euros) de valor, lo que las convierte, con diferencia, en las criptomonedas más compradas y negociadas del momento.
¿Cómo funcionan?
Tomemos como ejemplo el Bitcoin. Cada moneda es básicamente un archivo informático que se almacena en un “monedero” digital y al que se accede mediante aplicaciones de smartphone o dispositivos con acceso a Internet. Estos archivos son transferibles (total o parcialmente) de persona a persona a través de la cadena de bloques.
Aunque no todas funcionan de la misma manera, la mayoría de las criptomonedas utilizan la tecnología blockchain para realizar transacciones seguras.
Blockchain es la tecnología criptográfica subyacente que hace que la transferencia de monedas sea segura. Cada una de las transferencias se registra en un libro de contabilidad público virtual, que es, en efecto, la adición de bloques a una cadena (de ahí el término “blockchain”). Cada bloque es un registro de una transacción, y con cada bloque que se añade, se hace más difícil falsificar monedas copiándolas o transfiriendo monedas que no son tuyas.
Puedes comprar Bitcoin u otras criptomonedas con dinero tradicional, es decir, con monedas emitidas por los bancos. También puedes pedir que te paguen en criptomonedas al vender cosas.
¿Qué seguridad tienen?
Cuantas más transacciones registradas públicamente, o bloques, se añaden a la cadena de bloques, más seguro es el sistema. Eso no quiere decir que las criptomonedas no sean vulnerables a los ciberataques, las estafas de salida, los robos o el blanqueo de dinero.
Se han registrado lanzamientos de monedas falsas, o Initial Coin Offerings (ICO), por ejemplo. También es posible perder tu cartera o borrar tus Bitcoins, perdiéndolos así para siempre.
Las criptomonedas pueden ser volátiles debido al comercio especulativo -como ocurre con el comercio de cualquier mercancía-, por lo que invertir en ellas puede conllevar riesgos.
¿Están muy extendidas?
Al igual que el oro o los diamantes, las criptomonedas son una mercancía más con la que se puede comerciar. Muchas personas que utilizan criptomonedas las prefieren a las monedas tradicionales porque no están controladas ni reguladas por gobiernos o bancos, y las transacciones son anónimas.
Mientras que algunos países como Macedonia del Norte y Argelia han prohibido el uso de Bitcoin, otros son más receptivos a su uso. El Banco de Singapur, por ejemplo, ha señalado que podría sustituir el oro por el Bitcoin como depósito de valor.