A principios del siglo XX, la reputación de los videntes y profetas estaba en su punto más bajo. Se creía que eran charlatanes y estafadores que se ganaban la vida diciendo a la gente lo que iba a ocurrir en el futuro, asi como nos comenta Alicia Collado. Hoy se les considera chiflados y chiflados supersticiosos. Pero eso no significa que no se pueda ganar dinero con sus predicciones. De hecho, mucha gente se ha beneficiado de su capacidad de ver el futuro. En el siguiente artículo veremos algunos de esos ejemplos y cómo puede usted hacer lo mismo utilizando técnicas modernas.
¿Cuál es el trabajo de un vidente o profeta?
Un vidente (o profeta) es una persona que predice el futuro. Pronostican todo, desde el clima hasta eventos humanos como guerras y tendencias políticas y sociales. Hacen sus previsiones de muchas maneras diferentes, algunas con números y otras con palabras. A menudo se les llama Cheshi o Chesha. Un vidente predice el futuro porque tiene una visión del mundo invisible. Esto se llama clarividencia y es la fuente de sus predicciones. Algunos videntes también tienen la capacidad de atraer energía positiva y obtener riquezas canalizando esa energía en forma de dinero. Esto se llama percepción extrasensorial ( La percepción extrasensorial es la capacidad de sentir cosas que no son perfectamente obvias para los 5 sentidos. Es uno de los 5 sentidos, junto con el tacto, el oído, la vista y el gusto, que se cree que es innato.
¿Quién puede convertirse en profeta?
Hay muchos tipos diferentes de profecía. Algunas de las más comunes son las profecías egipcia, hebrea y cristiana. Un profeta es una persona que predice el futuro por medio de dones y habilidades espirituales. Estos dones provienen del mismo lugar que la capacidad de predecir el futuro, que es la Intuición. Muchas personas que se llaman videntes también tienen este don, pero es diferente del don de un profeta y se llama clarividencia o percepción extrasensorial.
Cómo convertirse en vidente o profeta
Para llegar a ser un vidente o profeta, debes tener habilidades de percepción, números, psicología y religión. También debes tener capacidad de concentración, tener buena salud y ser capaz de permanecer de pie y atento durante largos periodos de tiempo. Para convertirse en vidente o profeta, debe tener la capacidad de – Percibir – Llegar a tu alma y percibir lo que está sucediendo en el mundo – Ver claramente las conexiones entre los acontecimientos y las tendencias que se avecinan – Pronosticar basándote en lo que percibes – Utilizar los números para impulsar tus decisiones – Utilizar las palabras para respaldar tus decisiones – Ser capaz de concentrarse en una cosa a la vez – Ser capaz de realizar varias tareas a la vez – Asumir riesgos – Ser flexible – Saber cuándo hablar y cuándo callar – Saber cuándo admitir cuando te equivocas – Saber cuándo caminar y cuándo correr – Saber cuándo utilizar las leyes de la física y cuándo utilizar tu intuición.
Cómo utilizar la psicología en sus habilidades de previsión
Cuando te conviertas en vidente o profeta, notarás que el comportamiento de la gente cambiará. Verás que la gente hace cosas a gran escala que normalmente no haría. Incluso puede ver que se involucran en comportamientos que normalmente prohíben, como apostar, beber y tener aventuras. La gente se involucra en este tipo de acciones porque está tratando de evitar sentir las consecuencias de sus acciones. Cuando entiendas esto, podrás predecir sus acciones y decir por qué hacen lo que hacen. Cuando usas la psicología en tus habilidades de predicción, estás mirando las motivaciones y deseos subconscientes de la gente. Trata de averiguar qué ocurre en el interior de la mente de las personas para que hagan determinadas cosas. Cuando se mira entre bastidores, se ve a las personas que adoptan comportamientos que normalmente no harían. Intentas averiguar por qué hacen lo que hacen.
Conclusión
La gente que predice el futuro suele llamarlo astrología. No lo es. Es la capacidad de ver lo invisible, el mundo espiritual. El futuro es lo que hay dentro de nosotros ahora. Es lo que vamos a ser. Es lo que hemos hecho, lo que hemos perdido y lo que vamos a hacer.