El medio ambiente es una parte esencial de la supervivencia humana. Las personas que no se preocupan por el medio ambiente, simplemente no entienden lo importante que es para todos. Un medio ambiente limpio es esencial para una vida saludable: cuanto más despreocupado sea con sus acciones, más contaminará con toxinas que tienen un impacto dañino en la salud.
La contaminación del aire puede provocar enfermedades respiratorias y cáncer, la contaminación del agua puede causar fiebre tifoidea y enfermedades diarreicas, solo por mencionar algunas. La Tierra se está calentando, por el bien de las próximas generaciones y del futuro, hay que hacer mucho más para combatir el cambio climático.
Sus tatara-tatara nietos lo apreciarán, pero debe tomar consciencia inmediatamente, debe darse cuenta del hecho de que desperdiciar, destruir, despellejar y agotar los recursos naturales de la tierra nos está llevando rápidamente hacia la autodestrucción.
La biodiversidad es importante. Esto quiere decir que la variedad de plantas, animales y otros seres vivos en el mundo se está viendo afectada negativamente por la pérdida y degradación del hábitat debido a la actividad humana, el cambio climático, la contaminación, entre otras cosas.
La Tierra es el hogar de los seres vivos, así que merece ser cuidada lo mejor posible. Si empieza a realizar pequeños cambios en casa, se irá sumando a la cadena de personas que se esfuerzan por hacer del mundo un lugar mejor.
¿De qué se trata el cambio climático?
El cambio climático no siempre es fácil de percibir. Puede parecer distante, lejano o menos urgente que muchos de los otros desafíos a los que las personas se enfrentan a día de hoy, sobre todo si se piensa en la pandemia global actual.
No obstante, el calentamiento del planeta tiene impactos generalizados, inmediatos, que ponen en peligro la salud y la seguridad de todos y no puede esperarse más tiempo para actuar. El cambio climático puede provocar efectos adversos para la salud tanto de forma directa como indirecta.
Los cambios climáticos que provocan inundaciones no solo tienen impactos inmediatos y devastadores en las comunidades, sino que también tienen impactos preocupantes en la salud a largo plazo. Las temperaturas globales más altas conducirán a un aumento de las concentraciones de ozono a nivel del suelo y niveles más altos de partículas dañinas en el aire, lo que podría provocar la muerte prematura de miles de personas por año para el 2050.
La incapacidad de la comunidad global para movilizarse rápidamente para prevenir la propagación de COVID-19 ilustra los obstáculos que habrá que superar cuando las personas se enfrenten a las emergencias globales de gran escala en el futuro.
Por otro lado, la crisis del coronavirus también ha demostrado que la salud es un factor motivador para la acción y que hay cosas que se puede hacer como sociedad para mitigar y adaptar. De hecho, si se mantiene la motivación, existe una inmensa posibilidad de que los individuos puedan cambiar. Las estrategias para abordar el cambio climático deben dar prioridad a las poblaciones vulnerables y compensar la inequidad histórica.
Aunque parece que la conciencia está comenzando a aumentar, las políticas y los cambios de comportamiento necesarios aún no se han promulgado. Los responsables de la formulación de políticas deberían utilizar estos datos mientras trabajan para encontrar soluciones.
Como muchos otros desafíos, el cambio climático y la salud pública deben abordarse a través de una lente de justicia ambiental y equidad en la salud. Las consecuencias ambientales y para la salud del cambio climático tienen el mayor impacto en los más vulnerables, incluidos los pobres y las personas de bajos ingresos, los miembros de grupos minoritarios, los niños y los ancianos, las personas con enfermedades crónicas, afecciones de salud subyacentes y discapacidades, entre otros. (Vale la pena señalar que, a nivel mundial, los países de bajos ingresos son los que menos están produciendo efecto invernadero).
¿Qué se puede hacer?
Los problemas que existen ahora son difíciles. Sin embargo, se pueden mejorar. La buena noticia es que no es necesario ser un experto en ambientalismo o un millonario para salvar el planeta; todos pueden ayudar a contribuir con el medio ambiente. En otras palabras, si cada uno puede ser más consciente de los problemas ambientales y estar dispuesto a dar algunos pasos sencillos para salvar el planeta, poco a poco estarán contribuyendo. Hoy en día, con una creciente conciencia ambiental entre el público, personas de todo el mundo se están uniendo para luchar por un futuro más verde, y el esfuerzo ha logrado grandes resultados. Puede empezar por utilizar menos energía y reciclar más productos. Además, si cada individuo se pone la meta de plantar un árbol por año, la población de árboles en la tierra ciertamente aumentaría y eso ayudaría significativamente al planeta tierra.