Durante la antigüedad clásica, la astrología ha experimentado un gran auge, los grandes astrónomos de la Edad Media como Tycho Brahe y Copérnico creían en este estudio como un medio para predecir muchas cosas en un tiempo futuro e incluso la cultivaban.
En la astrología se distinguen doce épocas o casas en el año, sectores en que se dividen el mapa celestial, lugar donde permanecen las constelaciones y dan origen a los distintos signos del zodiaco. Cada signo determina una serie de características o tendencias en la constitución física, carácter, y afecto de la persona nacida bajo cada signo.
Los cuatro elementos, tierra, fuego, aire y agua, también juegan un papel muy importante debido a que de ellos se comprende tres signos distintos, y comunican sus características particulares a los nativos de los mismos.
En tal sentido, los signos de tierra son: Tauro, Virgo y Capricornio; los de fuego son: Aries, Leo y Sagitario; los de aire: Géminis, Libra y Acuario; y los de agua: Cáncer, Escorpión y Piscis. De acuerdo a los estudios realizados por videntes muy buenas en el área predice que los nacidos bajo un signo de fuego son generalmente personas vivaces y emprendedoras, mientras que los nativos de los signos de agua permanecen en un carácter indeciso, además de ser flexible.
Las posiciones de los planetas en el momento del nacimiento de una persona y sus relaciones recíprocas son otra de las coordenadas que usa la astrología para el pronóstico del destino de cada individuo.
Predominio del Tarot
La influencia del tarot como método de guía se ha visto muy vinculado por la astrología y a su vez se ha mantenido ligado al zodiaco, de esa forma se logran congeniar los tres para llevar a la práctica lo que hoy conocemos como la cultura mística tarotista.
En esta práctica, la cartomancia es un elemento muy importante y es aquí donde se involucran las doce épocas o casas de las que hablábamos anteriormente, debido a la sincronización que mantienen estas con las cartas del tarot.
Cartas y signos que debes conocer
En el caso de Aries, la casa mayor, es decir la primera época que comprende el zodiaco, está representada por El Emperador. La imagen de la baraja es un rey sentado en un trono de piedra y en su posa mano lo adornan cabezas de cordero. En la mano derecha tiene un bastión como símbolo de vida para los egipcios, y en la izquierda una esfera que sincretiza su gobierno.
Para Tauro está el Hierofante o mejor conocido como el sumo sacerdote, quien se muestra con un triple centro en su mano izquierda. Esta baraja representa grandes logros y proyección de buenas cosas vinculadas al campo laboral; recordemos que Tauro es un signo de fuerza, organización y muy intuitivo; dueño de la sensualidad, el placer y poseedor de lo material.
Géminis representa la carta de Los Enamorados, donde se observa a Adán y Eva, una baraja que simboliza el amor y las opciones, conjugando la atracción física y la intuición. Mientras Adán ve los físico, Eva observa la intuición.
En Cáncer está el carro, una baraja que representa fortaleza y constancia con una fuerza ardiente, siempre manteniendo el optimismo para avanzar a nuevos cambios rumbo a la evolución.
Leo es la carta del Sol y tal como su imagen lo simboliza esta baraja representa la furia de la estrella que comprende la mayor radiación del sistema solar, la vibra que constituye a los que se rigen por este signo es igual o parecida al sol, su significado va ligado a la vitalidad y el coraje.
Virgo viene representada por El Ermitaño y revela la gran sabiduría peculiar del signo, así como la esperanza y los sueños. Para Libra, está la carta de la Justicia simbolizando el equilibrio, el respeto y la lealtad. Escorpión es la Muerte, e involucra la transformación del espíritu y la esencia que renace de las cenizas, como el Ave Fénix.
Sagitario es la templanza y manifiesta el control de nosotros mismos. Capricornio se rige por la baraja del Diablo, una cabra salvaje que representa las fantasías más profundas que pueda tener el ser humano. Acuario es la estrella y Piscis la Luna.
Es importante destacar que cada carta tendrá una lectura distinta, según sea el caso. No obstante, todas ellas se ajustarán a la realidad en base a su verdadero significado.