Los impuestos, por desagradables que sean, son la forma en la que los gobiernos pagan por los programas y servicios públicos. Muchas personas ya están familiarizadas con todos los temas relacionados a impuestos, pero si nunca has tenido bienes inmuebles o tu propio negocio, es posible que no sepas cuál es el funcionamiento del IBI (impuestos bienes inmuebles).
En la Europa medieval, los impuestos de bienes inmuebles se basaban en el tamaño de un terreno. Dicho en otras palabras, cuanto más grande era el terreno, mayor era el impuesto de la propiedad inmobiliaria.
No fue hasta mucho tiempo después que el valor de la tierra llegó a ser visto como la capacidad de un terreno para producir bienes y servicios, y así generar ganancias para su propietario.
A día de hoy, los impuestos a la propiedad se basen en bienes inmuebles: Terrenos y estructuras que están unidos al suelo como edificios o casas. Los edificios y oficinas, por lo general, pagan impuestos de acuerdo con los ingresos de alquiler que proporcionan a sus propietarios.
¿Qué necesito saber sobre los impuestos de bienes inmuebles?
Si estás considerando convertirte en un inversor inmobiliario, debes saber que los impuestos de bienes inmuebles pueden ser complicados. En este artículo enumeraremos algunos beneficios de los impuestos sobre bienes inmuebles y algunas formas de ayudarte a reducir legalmente la cantidad de impuestos que debes pagar sobre tus inversiones inmobiliarias.
Sin embargo, asegúrate de contactar a un contador público calificado u otro experto antes de realizar cualquier de estos pasos para que te de una mejor guía sobre los métodos que se aplican a tu situación y cuáles no.
¿Cómo calcular el impuesto de bienes inmuebles?
Los impuestos de bienes inmuebles pueden variar, el valor de una casa puede subir o bajar dependiendo del mercado inmobiliario local. Los cambios son una parte importante, por ejemplo si haces remodelaciones a tu vivienda o si construyes una casa nueva. La ubicación también es una parte fundamental. Y aunque el gobierno te envía una factura de impuestos todos los años que dice cuánto debes, es importante saber cómo calcularlo.
Existen varios factores que entran en juego al calcular impuestos de bienes inmuebles, desde el valor tasado de su propiedad hasta la tasa impositiva del área en donde se encuentra.
Contacta a un asesor fiscal que pueda calcular el valor tasado de tu vivienda y que examine los permisos y la documentación necesaria. Ellos analizaran las características básicas de su propiedad como la superficie del terreno, los metros cuadrados y la cantidad de habitaciones y baños. Con suerte, el valor tasado de su vivienda será muy similar al valor justo del mercado, pero ese no siempre es el caso.
Si se presenta alguna irregularidad, puedes llamar a tu oficina de impuestos local para obtener una cifra más exacta o consultar el sitio web de tu municipio, estado o condado.
Beneficios del IBI
Ser dueño de una vivienda tiene muchas ventajas, tienes un lugar al que puedes llamar hogar y al que puedes decorar, remodelar y renovar a tu gusto. Adicionalmente, puede reducir ciertos gastos como los intereses hipotecarios y los impuestos a la propiedad, lo que ayuda a reducir tus facturas de impuestos al año.
Los inversores inmobiliarios también gozan de varias ventajas, pero van más allá de los beneficios típicos de la propiedad privada. Las inversiones inmobiliarias pueden proporcionar:
- Una fuente de ingresos constante.
- Pagos mensuales del préstamo.
- Flujo de efectivo.
- Cobertura contra la inflación y beneficios fiscales.
Si bien a nadie le gusta pagar impuestos inmobiliarios, los propietarios e inversores pueden aprovechar numerosas exenciones fiscales que reducen la cantidad que deben.
Así que, ser dueño de una propiedad de alquiler puede ser muy beneficioso. En primer lugar puedes deducir casi todos los gastos que tienes que pagar para administrar tu propiedad. Haz deducciones sobre todo lo relacionado con tu propiedad de alquiler, como el interés hipotecario que pagas sobre el préstamo, la administración de la propiedad, el mantenimiento e incluso el papel que compras para tu impresora.
Además, las deducciones fiscales pueden ser útiles si vives en una propiedad que también se utiliza como inversión inmobiliaria. Por ejemplo, si tienes una oficina interna, puedes reducir una parte de los gastos de tu hogar que estén relacionados con tu negocio. Entre ellos se encuentran: La factura de internet y electricidad, las reparaciones del hogar, el gas, etc. No es como que si ya no tendrás que pagar esas facturas, pero puedes reducir gran parte de ellas.
Debido a que las leyes fiscales son complejas y cambian periódicamente, debes tener un contador fiscal de confianza para asegurarte de obtener un tratamiento favorable. Aun así, es conveniente tener al menos una comprensión básica de lo que se obtiene en términos de impuestos cuando se posee o se invierte en propiedades.