La crisis sanitaria provocada por la repentina aparición del Covid-19 tomó por sorpresa a todo mundo ocasionando la suspensión y el detenimiento de sectores primordiales para el buen porvenir de la sociedad, así mismo esta situación no da muestras de tener solución a corto plazo, expandiéndose a mas territorios con el pasar de los días y contagiando a millones de personas.
Las medidas para mitigar el impacto de la enfermedad y lograr lo más pronto posible su cura han ido en creciente aumento, pero por ahora no se ha encontrado ningún tratamiento o medicamento en particular que logre la eliminación completa o parcial del virus, hasta el momento todo se basa en el estricto cumplimiento de las normas higiénicas y de salubridad recomendadas por los organismo competentes.
Según los datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 188 países se han vistos afectados por el brote de coronavirus, con más de 23 millones de contagios y casi el millón de decesos, por lo cual esta misma organización declaró la situación como una emergencia sanitaria global. Así mismo hay que destacar que poco más de 15 millones de personas se han recuperado satisfactoriamente de la afección.
Debido a esto la alarma mundial se ha encendido en toda la población al ver lo simple que puede resultar contagiarse y lo mortal que puede llegar a ser la patología.
De forma escalonada una cantidad importante de países han ido incorporando nuevamente el restablecimiento de sus actividades cotidianas, garantizando la seguridad de los trabajadores proporcionando ambientes laborales higiénicamente óptimos, así como el uso de tapabocas y guardando una distancia adecuada entre cada trabajador.
Por ahora, acoplarse al cumplimiento de las normas de prevención es la única forma de combatir esta circunstancia y resguardar la salud de cada quien, mientras se trabaja en la elaboración de una cura que garantice la recuperación total de la enfermedad.
El reto del regreso a clases a pesar del covid-19
Uno de los sectores que se ha visto más afectado por esta súbita vicisitud es el académico, interrumpiendo el andar común de las clases impartidas en las instituciones y del mismo modo, el aprendizaje de los alumnos, por lo cual, al principio de la pandemia se llevó a cabo la modalidad de impartir clases desde casa, por medio de equipos Smartphones.
Esta medida fue adoptada por la mayoría de las instituciones ajustándose a la situación de emergencia presentada, sin embargo, los resultados no fueron los esperados, en primer lugar, se argumentaba que el estudiante no era capaz de captar la atención del maestro o instructor por esta vía, creándose distracciones que en un aula no suceden, que imposibilitaban la capacidad de aprender de los jóvenes.
Por otro lado, también es de amplio conocimiento que no todos los estudiantes tomaban esta forma de estudio con la responsabilidad tal que implica, olvidando la hora en la que debían conectarse a la transmisión en vivo de la clase, haciendo que los profesores en la mayoría de los casos solo impartieran sus conocimientos a un número reducido de los estudiantes en su totalidad.
Sin dejar de lado los problemas comunes y corrientes que se pueden presentar por medio de estas aplicaciones de videoconferencias, tales como dificultad en las plataformas impidiendo el acceso a la misma o fallas en la red que pueden ver interrumpidas las sesiones de clase.
Sin embargo, el hecho de regresar a clase de manera presencial nuevamente, es un tema que preocupa a varios involucrados, no solo a las instituciones, sino principalmente a los padres y representantes de los niños, entendiendo la cantidad de alumnos que hacen vida en cualquier casa de estudio y sabiendo lo peligroso que puede resultar este tipo de aglomeraciones, por más medidas preventivas que se tomen.
Por tal motivo estas instituciones se han dado a la tarea de redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad física de todos los personajes activos del gremio educativo.
Para ello se ha implementado el uso de mamparas covid como medio de protección en los asientos y pupitres de los estudiantes, resultando una de las medidas de prevención más efectivas para llevar a cabo este tipo de actividades que requieran en algún momento el contacto directo entre varias personas.
Estos separadores le proporcionan tranquilidad a los niños de no contagiarse de ningún virus presenten en el ambiente. Así mismo, su fabricación se basa en un plástico muy transparente y fácil de limpiar que brinda protección por la parte frontal, los laterales y la parte superior.
Es práctica ya que se fija al pupitre, siendo desmontable y plegable para poder guardar o trasladar fácil y cómodamente tal como se describe en rotulatumismo.com. Del mismo modo, garantiza seguridad, ya que es ligera y sin puntas afiladas para que los niños no afronten el más mínimo riesgo con ellas.
Su elaboración además, se adapta a los requerimientos ambientales de estos tiempos, por lo cual, sus materiales de fabricación hacen que sea reciclable en su totalidad.