¡Felicidades! Si ya tienes una piscina desmontable, sabes lo fácil que es montarla y empezar a disfrutar del verano. Pero, para que la diversión no se acabe y el agua se mantenga cristalina, es clave dedicarle un mantenimiento regular. La buena noticia es que no necesitas ser un experto; con unos pocos trucos y una rutina sencilla, tu piscina desmontable estará lista para chapuzones durante muchas temporadas.
El Corazón de Tu Piscina: El Mantenimiento del Agua
El agua de tu piscina es lo más importante y requiere atención constante. Un equilibrio adecuado te ahorrará muchos quebraderos de cabeza y dinero en el futuro.
- Control de pH y Cloro: Estos son tus dos mejores amigos. Usa un kit de análisis para medir el pH (debe estar entre 7.2 y 7.6) y el nivel de cloro (entre 0.5 y 1.5 ppm). Ajusta con los productos correctos (incrementador o reductor de pH, y tabletas o granulado de cloro). Si tienes un clorador salino, el control de sal también es crucial.
- Antialgas y Floculantes: Aunque el cloro ayuda, un antialgas regular previene la aparición de esas molestas manchas verdes. Los floculantes, por su parte, agrupan las partículas diminutas para que el filtro pueda retenerlas mejor, dejando el agua más clara.
Limpieza de la Piscina: Más Allá del Filtro
Tu sistema de filtración hace gran parte del trabajo, pero una limpieza complementaria es indispensable.
- Filtrado Diario: Asegúrate de que el sistema de filtración (ya sea de cartucho o de arena) funcione el tiempo suficiente cada día. La regla general es el tiempo que tarda el agua en dar una vuelta completa, que varía según el tamaño de tu piscina y la potencia de tu depuradora.
- Limpieza Manual o Automática: Las hojas, insectos y otros residuos caerán al fondo. Con un recogehojas y un cepillo de piscina, puedes limpiar la superficie y las paredes fácilmente. Para el fondo, un limpiafondos manual conectado a la depuradora o un pequeño robot limpiafondos (hay modelos muy asequibles para piscinas desmontables) harán el trabajo pesado por ti. Vacía el cesto del skimmer (si lo tiene) y la bolsa del limpiafondos regularmente.
Cuidado de la Estructura: Protección para una Larga Vida
La estructura de tu piscina, ya sea de PVC, acero o madera, necesita protección para resistir el sol, el cloro y los cambios de temperatura.
- Protección del Liner: El revestimiento interno (liner) es delicado. Evita objetos punzantes, usa un tapiz de suelo debajo de la piscina y asegúrate de que el cloro no se concentre demasiado en una zona, ya que puede decolorarlo.
- Cuidado de la Madera o Acero: Si tu piscina es de madera, aplica tratamientos protectores específicos contra la humedad y los rayos UV anualmente. Las estructuras de acero deben revisarse para detectar óxido, especialmente en las uniones, y repararse con pinturas anticorrosivas si es necesario.
- Cobertores: Un cobertor de verano (isotérmico) mantiene el agua caliente y evita que caiga suciedad. Un cobertor de invierno la protege de las inclemencias del tiempo si decides no desmontarla.
Preparación para el Invierno: Desmontaje o Invernaje
Cuando la temporada de baño termina, tienes dos opciones principales:
- Desmontaje: Si tu piscina es pequeña o no quieres que ocupe espacio, desmóntala. Límpiala a fondo, sécala por completo para evitar moho y guárdala en un lugar seco y protegido.
- Invernaje: Para piscinas más grandes, el invernaje es una buena opción. Con un cobertor de invierno y productos químicos específicos, el agua se mantiene en buen estado, facilitando la puesta a punto la próxima temporada.
Siguiendo estos sencillos consejos, tus piscinas desmontables no solo estarán siempre listas para un refrescante chapuzón, sino que te acompañarán durante muchos veranos, maximizando tu inversión y garantizando la diversión en casa.